El secreto lenguaje del alma
1. No deja de sorprender cuán lejos estamos de
aproximarnos a nuestro propio conocimiento. Al conocimiento de fenómenos y
potencialidades humanas. Uno de los temas más sugestivos, por corriente e inexplicable,
es el fenómeno de la intuición. Su acontecimiento está relacionado con la
llamada brújula de la psique. Valga acotarlo, con el proceso de pensar, intuir,
percibir y sentir, donde el intuir pareciera apreciarse como una palabra clave
de vago sentido y de casi inoficiosa significación o trascendencia. Se conoce
de la intuición pura, su eficacia para saber de modo inmediato, cierto y
certero e independiente del razonamiento. Se presenta como revelación durante
la vigilia, y a veces, como premonición durante el sueño. La intuición
pareciera surgir como la expresión armónica y finita del contraste de
sentimientos y humanas energías. Pareciera constituir el lenguaje secreto del
alma, sustentado en sentimientos. Pareciera, asimismo, convicción latente,
acerca de determinados, subliminales e inconscientes significados. Quien intuye, se admira de su potestad, presencia, verosimilitud y anterioridad al conocer,
como forma súbita de inferencia. Podría intuirse como función energética
ilocalizada en la integridad del cuerpo. Nadie, de sensato juicio, podría dudar
de su existencia. Es, junto con la noción y la percepción del alma, una
derivación y consecuencia de ella, en tanto se despliega en forma de presentimientos
y sentimientos. La intuición es sentir o presentir de un saber, dentro de una
convicción más próxima al latir del corazón. Esa capacidad está presente en los
animales superiores y dentro de ellos en el hombre, cuya función al parecer, se
debilitó con el desarrollo de sus potencialidades para pensar y hablar. El
lenguaje y el pensamiento, sabido es, son adquisiciones culturales del ser
humano, evolutivamente recientes. Por ellos, se hace posible el ejercicio y el
discurrir de la conciencia. El razonamiento, es sólo posible, por la existencia
de las palabras con sus correspondientes y matizados significados.
2. ¿Qué cosas superiores intuye el hombre? ¿Cuáles son las primeras y más importantes e inopinadas intuiciones del ser humano? El hombre intuye la potestad inapelable y superior de la vida. Intuye la sacralidad de todo lo existente, al tiempo de intuirse como parte inseparable de la naturaleza y del cosmos, a través de la perplejidad del milagro de su propia existencia; vislumbra la posibilidad y la necesidad de su hacer y la presencia y la vivencia del amor; la magnanimidad del bien y la incongruencia del mal. El hombre descubre lo trascendente del ser, la necesidad de su evolución y su insoslayable trascendencia. El venir o el devenir en el mundo como instancia transitoria. Un orden sumo. La necesidad y el valor superior de la libertad y de la justicia. La afinidad y el rechazo. La certeza de la bondad y de la maldad, como principios categóricos comprensibles y existentes a
priori dentro del sentir del ser humano. Es o pareciera, la intuición, una función del alma.
3. El conocimiento del alma, como múltiples,
prodigiosas y divinas energías, es una vivencia interior y anterior a toda
forma de conciencia. Se percibe por la propia experiencia y por un proceso de
comprensión incluyente de la intuición, como saber indiviso, latente,
recóndito, omnipresente, al margen, distinto y ausente de pensamiento. Sé de mí
como presencia silente, sé que soy, estoy o percibo. Siento. Me diviso dentro
de una realidad, ajena y distinta de mí. Sé de mi presente dentro del instante,
como exhalación de vida silenciosa. Se siente amor, tristeza o rabia. No se
piensa paz, felicidad, alegría o serenidad. El alma y los atributos del alma,
se perciben, se sienten, no se piensan. El razonamiento, sobre los componentes
del alma, es una instancia necesaria de conocimiento. No la única. La intuición y junto con ella, el alma
humana, como sujeto de estudios, es uno de los supuestos
fundamentales de la vertiente de la Psicología Profunda liderada por Carl G.
Jung.
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