Entradas

Mostrando las entradas de agosto 3, 2020

Sobre la problematicidad perceptiva de la energía psíquica.

Imagen
  Hemos explicado antes, el aparente poco interés de la psicología por abordar el fenómeno de la delimitación, conversión y potencia de la energía psíquica y la elucidación de sus efectos en expresiones numinosas. [1] Hacerlo, comenzando por el análisis de los aportes de los pioneros (Wundt, Jung, von Grot, Th Lipps) resulta, de modo cierto, imprescindible, sin desconsiderar la complejidad, la posible estreches teórica y el reconocimiento de la insuficiencia, en su tiempo, de medios adecuados para medirla. Hasta ahora, entenderemos por energía psíquica, la observable en los procesos de tipo intelectual, afectivos y emocionales; como distintos de aquella energía desplegada en actos locomotores, mecánicos o de esfuerzo físico. Desde el momento en cual se requirió la conceptuación de la energía psíquica, hubo de diferenciarse entre energía psíquica y fuerza psíquica. A la primera, se le consideró la condición previa para su acaecer en fenómenos como instinto, deseos, voluntad, afecto, at